Este es mi espacio para compartir las tonterías que pienso mientras vuelo de regreso a nuestro verdadero hogar. Allá donde el tiempo no existe, donde se vive en el eterno ahora y desde donde emprendí el viaje a este planeta llamado Tierra.

viernes, 18 de febrero de 2011

No es lo que somos aquí

El poderoso espíritu de un niño de las estrellas puede pararse frente a frente al hombre que gobierna a el país más poderoso del planeta y hacer que éste también le cante a La Paz.

Venimos a este planeta a evolucionar y a cumplir una misión, cualquiera que esta sea, pero nuestro verdadero Ser no es precisamente el rol que ejercemos aquí. Nuestro verdadero Ser es lo que somos allá. Todos venimos de las estrellas. Allá, donde nuestras almas son libres y el conocimiento es perfecto. Allá, donde todo se mueve en perfecto equilibrio.

Nuestro espíritu puede venir bajo cualquier circunstancia. Quizás como un ser bondadoso. O como un intelectual. Como un sacerdote, como un indígena, como el peor de los criminales, ejecutivo, como millonario, como niño huérfano, como alguien de noble corazón. Con un cuerpo físico muy atractivo o con alguna incapacidad en él.

Lo que seamos aquí sólo nos sirve para cumplir la misión que se nos dió, al tiempo que usamos las experiencias que vivimos para la evolución de nuestra alma a través de este rol que esta vez nos tocó ejercer.

El ser humano más poderoso y experimentado del planeta puede estar frente a frente a uno que recién comienza su camino, y éste último mirarlo a los ojos de tú a tú, respetando ambos el Ser Sagrado que vive dentro de cada uno, porque todos somos iguales.

Sea quien sea, y cualquiera que sea su rol en el planeta, el ser humano sabe en lo profundo de su corazón, que el estado perfecto del Ser es La Paz. Y todos tenemos grabado en un lugar de nuestro ADN, que a pesar de nuestras diferencias de roles, tenemos una tarea en común con nuestros semejantes: retornar al Hogar de donde un día emprendimos el viaje hasta La Tierra.









jueves, 17 de febrero de 2011

Tú estás aquí.

Si. Estás presente en una de las épocas más bellas del planeta Tierra.

La época en que la humanidad está decidida a hacer que el cambio sea una realidad.

Este cambio viene por el despertar de la conciencia de la raza humana. Y tú eres parte de este cambio!

Sólo tienes que brillar!!

Brilla!!! Tú estás aquí porque eres parte del cambio. Brilla!

domingo, 13 de febrero de 2011

¿Existen lo ogros?


Uy… Asustan tanto. No sólo por lo agresivo que son, sino porque en sus furias pueden derrumbar las construcciones más importantes de nuestras vidas.
Existen. Si.
Caminando por el planeta hay muchísimos. Diría que Gaia está llena de ogros… y ogras. Pero existen aquí. En esta realidad.
Un ogro está siempre vigilante de cuando se presente la mínima oportunidad para hacer estallar su ira y arrasar con sus gritos todo lo bueno y noble que tiene a su alrededor. El ogro no piensa antes de reaccionar. Si está tranquilo y silencioso es porque está descansando y dormido. Así que conviene no molestarlo. Hay que caminar suave y sin hacer ruido. No sea que se despierte.
Cuando un ogro se percata de que ya no queda mucho para destrozar, es cuando abre violentamente las puertas de la parte más importante de nuestras vidas, para penetrar con su furia a lo que no nos gusta que nos toquen. Allí donde está lo que no se puede tocar con las manos. Los sueños, ilusiones. Las uniones y amores.  Shhh… No hagas ruido. Si lo haces enojar y en una de esas iras logra alcanzar esos tesoros que tienes, el daño casi es irreparable. Shhhhh…. Es mejor que duerma el ogro. Que duerma.
Que duerman, porque ellos pertenecen al mundo de los sueños. A esta realidad. Aquí, donde existe el temor, los ogros si existen. Es la realidad que siempre nos han querido hacer creer.
Pero la realidad de nuestro Ser es otra. Y aquí en esta otra realidad, no hay espacio ni para los ogros, ni para sus iras. En esta realidad sólo reina el orden. Es aquí donde vive tu verdadero Ser. Aquí, no hay espacio para que ese humano que amas, estalle en ira y se sienta con derecho a destrozar lo que nadie puede destrozar.
Es como vivir en dos dimensiones. En una creemos que ya no hay solución. En la otra, ni siquiera existe el problema.
La dimensión superior siempre dominará a la inferior. Como es en Los Cielos, es en La Tierra.
Si creemos firmemente que nuestro verdadero Ser pertenece a una dimensión superior, no hay ogro que pueda afectar nuestras vidas. Nuestro Ser controla cualquier fierecilla de tercera dimensión.
Y entonces, ¿por que existen aquí  personas que parecen ogros? La razón es simple. Aún no están preparados para canalizar sus emociones. Lo que es más, confunden las emociones. La única forma que tienen de comunicar la mayor parte de los sentimientos es a través de la ira y el descontento.
Aquí viene otra vez la pregunta: ¿Entonces existen los ogros?
Ok. Primero: Si enfocamos nuestras vidas sólo en el espacio donde viven nuestros cuerpos, los ogros pueden existir. Podemos tener más de uno cerca. Muy cerca de nosotros. Y pueden ocurrir dos cosas.  Una de ellas es que destruya nuestro mundo y nuestras vidas, y que tire al piso pertenencias materiales que nos han costado trabajo y esfuerzo. Luego de esto tirará por el suelo esos regalos que hemos recibido del Universo. Esos que, como dije antes, no se pueden tocar con las manos, como nuestras creencias, recuerdos lindos, los amores y cariños que tenemos, la unión de nuestra familia, e incluso, nuestra relación con Dios. La otra cosa que puede ocurrir cuando tenemos un ogro cerca, es que nosotros como seres humanos, tratemos de oponernos a él (o ella) en un intento de que pare de hacer daño. Aparenta ser la mejor solución. Pero en un abrir y cerrar de ojos ya seremos dos los que estaremos destruyendo nuestras propias vidas. Humano contra humano. Enfrentados con la mejor arma que tenemos: la razón….
Generalmente esos ogros son personas muy cercanas a nosotros y a quién queremos profundamente.  Parejas, hijos, jefes. ¿Y qué tal si los ogros somos nosotros mismos? Aún es más duro luchar contra nosotros mismos… Si logramos reconocer el ogro que llevamos dentro.
Ahora: Si decidimos enfocar nuestras vidas en un espacio diferente a la dimensión en la que viven nuestros cuerpos, podemos ver todo de una manera distinta. ALLA LOS OGROS NO EXISTEN.
Entonces alguien tiene que tomar la decisión de elevarse. Sólo un poquito. Y ten la seguridad que ese alguien eres tú. No queda otra. Si, porque el ogro no lo va a hacer. El sólo hace dos cosas: o duerme, o destruye.
Y cuando me refiero a elevarse, estoy hablando de abrir una ventana a aceptar que existe la posibilidad de que podamos mirar la situación desde un punto de vista en que la miraría un Ser Superior al ser humano.  Y ese Ser Superior, aunque no lo creas, eres TU. Realmente eres un Ser Superior que pertenece a "otra realidad" viviendo en este planeta. Eres un hijo de Dios, con todas las características de tu Padre-Madre. ESO ERES REALMENTE.
Tú tienes la capacidad de elevar tu conciencia y mirar las cosas tal y como son. Y no sólo eso. También se abre un abanico de posibilidades para manejar los asuntos que no te gustan de tu vida en la tercera dimensión. Una vez allí, se te entregan armas para enfrentar a ese “ogro que no existe”.  Esas nuevas armas son superiores a la razón, que es el arma con la que se lucha en la tercera dimensión. Esas nuevas armas son el Conocimiento y el Amor Divino. El Conocimiento Divino no es otra que a lo que en la tercera dimensión llamamos Fé. El Conocimiento Divino es la Fé inundada en Energía Divina. Y su característica principal es que guía a tu parte humana para actuar frente a cualquier situación en la que te pueda poner la vida. Incluyendo enfrentar a esos ogros con los que vivimos. El Amor Divino es muy parecido al amor que conocemos en la tercera dimensión. Pero infinitamente más completo y poderoso. Es el que te mantiene en perfecto equilibrio y te muestra las "realidades" tal cual son. Es el que te hace amar a ese ogro incondicionalmente sin que por ello te sometas a sus arrebatos de agresividad. Es el Amor Divino el que nos hace entender que ese ogro también es parte de Dios, pero aún no lo sabe. El Amor Divino te hace emanar vibraciones capaces de cambiar y transmutar cualquier cosa que no esté en armonia, incluyendo el ogro. Esto, sin levantar ni un dedo, ni la voz.
Ambos nos dan tranquilidad y serenidad. Nos dan la capacidad de centrarnos en una zona donde se les hace muy difícil a los ogros derrumbarnos.  Estas dos armas nos dicen cómo comportarnos frente a los ogros para que sus arranques de ira desaparezcan. Nos dicen en qué momento desarmarlos sin que su furia se incremente al sentirse vencidos por La Paz.
La única manera de alcanzar el Conocimiento y el Amor Divino es elevándonos un poco de esta dimensión. Sólo un poco. Lo suficiente hasta lograr alcanzar con la punta de nuestros dedos la puerta multidimensional y empujarla un poco. Sólo un poco. Cuando se logra sólo esto, La Luz que sale por el pequeño espacio que lograste abrir  ilumina la vida de tal manera, que podemos distinguir que en Nuestra Realidad, los ogros no existen. No, mientras estés consciente de quien ERES REALMENTE.

Saludo a la Ser Divino que vive en ti.


viernes, 4 de febrero de 2011

¿En que círculo decido estar?

Existen dos círculos que pueden hacer girar nuestras vidas. Los llamaremos círculos “A” y “B”
Estas son las diferencias:
Círculo A
Las cosas malas siempre están presentes, porque son atraídas por la mala suerte que se supone tener. Y cada vez que sucede algo malo, la depresión y el desánimo se hacen dueños de todo, hasta el punto que lo que estaba mal, se empeora.
Círculo B
Las cosas malas no pasan nunca porque no hay espacio para lo malo. Porque las cosas, por muy desagradables que sean, son bienvenidas ya que siempre traen una bendición. En este círculo esas no son "cosas malas que me pasan", sino procesos de aprendizajes para la evolución del espíritu, y todo lo que envuelve una evolución, es bien recibido. Esas cosas nunca pueden ser atraídas por la mala suerte, porque en este círculo la mala suerte no ocupa un tiempo ni un espacio; por lo tanto, no existe.

Círculo A
En ese círculo el estado siempre es "estoy más o menos bien".
Círculo B
En este círculo nunca se está "más o menos bien", porque sabemos que el estado en el que estamos es el mejor en el que podemos estar. Se puede estar peor, sin embargo se elige estar bien. Pase lo que pase, siempre se está bien, porque se enfocan las circunstancias con la mejor de las actitudes.

Círculo A
Si algo que se desea no sucede es porque en el fondo se sabía que no iba a suceder, y se culpa de los deseos no cumplidos al embrujo de eso que llaman envidia.
Círculo B
En este círculo,todo lo que se desea sucede. Todo.  Por eso allí se vigilan los deseos, para que se cumpla según el orden que reina en El Universo. En este círculo no hay límites para los deseos ni para los sueños. Si  algo se quiere y se desea, se cumplirá. Nada ni nadie: ni la envidia, ni otro ser, pueden impedir que se cumplan los sueños. Una vez se lanzan al Universo ellos toman forma y una determinada vibración para luego acercarse a nuestras vidas como meteoritos que conocen su destino, saltando y superando cualquier obstáculo con tal de alcanzar a quien les dio vida. Y sólo los puede frenar y destruir quien los creó. Nadie más. En este círculo, al desear algo, se lleva mucho cuidado de no lastimar a otros o a uno mismo. Aquí La Ley es La Ley: “Lo deseas, lo recibes.  A menos que tú mismo le cierres el camino”.
Círculo A
En ese círculo se hace un altar a la tristeza porque es una pereza ser feliz.  Allí los motivos para ser feliz deben ser motivos realmente “importantes”, y esos raramente existen. Además, "¿que pensará la gente al verme alegre?".  
Círculo B
Es el círculo donde  se baila de la mano con la alegría. Nunca se le persigue ni se va detrás de ella porque vive dentro de los corazones. No se pierde el tiempo corriendo hasta encontrarla porque está allí, adentro. Muy adentro. Se encuentran motivos para ser feliz hasta en las cosas más pequeñitas de la vida.  Y en las lecciones más exigentes que se deben aprender, la alegría no se va de los rostros porque es allí cuando más se necesita ,para usarla como espada. En este círculo el mayor de los tesoros no puede comprarla, pero sólo una leve sonrisa basta para hacerla brotar. Nunca se oculta, sino que se comparte, para contagiarla.

Círculo A
Ese es el círculo en el que se puede pasar el día repitiendo lo desdichado que se es. El destino siempre sorprende con malas jugadas, el dinero nunca alcanza y la salud nunca está del todo bien.
Círculo B
Aquí se vive en estado de agradecimiento por todo lo bueno que sucede. El destino siempre tiene deparado lo mejor, el dinero siempre alcanza para todo y visualizamos salud para nuestros cuerpos.

Círculo A
El tiempo se va de las manos en un constante lamento porque la vida no te da lo que a tu vecino si. Y cuando se hace el intento de alcanzar una meta, se emprende el camino esperando "a ver qué pasa".
Círculo B
El enfoque no está en la vida del vecino sino en lo que se quiere lograr en la propia, con la seguridad de que se alcanzará la meta mientras se disfruta del trabajo que se realiza para alcanzarla.

Círculo A
Las bendiciones de Dios y los milagros sólo pasan a veces, y cuando pasan no se explica ni por qué. Las alegrías, a medias, que se sienten por esos poquitos milagros que ocurren, ya al día siguiente se olvidan porque es más importante pensar en "qué mal está saliendo todo. Qué mal". Si, al día siguiente es mejor aceptar la realidad: las cosas no son tan fáciles. Mientras, las vibraciones negativas siguen atrayendo situaciones negativas.
Círculo B
En este círculo los milagros pasan a diario y se conoce al Dios bondadoso que regala bendiciones a manos llenas. Se está consciente de que son el efecto de nuestra alineación con el polo positivo del Cosmos. Estamos seguros de que las bendiciones tarde o temprano llegarán, y esta actitud atrae más situaciones positivas a nuestra existencia y a nuestro diario vivir. La alegría se intensifica a tal punto, que desde nuestras auras salen disparados destellos de Luz que elevan las vibraciones de todo lo que nos rodea. Al día siguiente aún se agradece todo lo recibido porque somos fuentes de agradecimiento.

Círculo A
En ese círculo la tristeza atrae a la tristeza y la mala suerte a la mala suerte. Lo malo atrae lo malo. ¿Qué más da? Así es la vida. Un círculo negativo que no tiene fin.
Círculo B
En este círculo la alegría atrae a la alegría, la buena suerte a la buena suerte. Lo bueno atrae a lo bueno. ¿De que otra forma puede ser la vida? No se acepta una cosa que vibre distinto. La vida es un círculo positivo que no tiene fin.

Círculo A
Y así se pasa la existencia en ese círculo de donde es muy difícil salir, porque cuando se intenta, la fuerza que ejerce el movimiento negativo del círculo, hala hacia abajo y hunde tu cuerpo, tu mente y tu espíritu cada vez más ... a menos que uses eso, que la gente a la que todo le sale bien llama: La Fuerza de la Voluntad.
Círculo B
Y así se pasa la existencia en este círculo de donde no se puede salir, porque nunca se quiere salir. Donde la fuerza que ejerce el movimiento positivo del círculo, hala hacia arriba y eleva tu cuerpo, tu mente y tu espíritu cada vez más…  Este círculo B no tiene alternativas. De aquí nunca se saldrá. Nunca.

Cada uno de nosotros elegimos el círculo en el que queremos girar.